Esperanza de Dios

31 diciembre 2005

Ayer (Oswald Chambers)

Isaías 52:12 (Nueva Versión Internacional)
12 Pero no tendrán que apresurarse ni salir huyendo,
porque el Señor marchará a la cabeza;
¡el Dios de Israel les cubrirá la espalda!
Seguridad de ayer....... Dios restaura el padaso (Eclesiastés 3:15)
Al terminar el año nos volvemos con gran avidez hacia todo lo que Dios tiene para el futuro. Sin embargo, la ansiedad fácilmente aparece cuando recordamos el pasado. Nuestro gozo actual, el cual depende de la gracia divina, tiende a opacarse por el recuerdo de los pecados y los errores del pasado. Pero como Dios es el Dios de nuestro ayer, permite que los recordemos para convertir el pasado en un ministerio de desarollo espiritual para enfrentar el futuro. Dios nos recuerda el pasado para que no tengamos una seguridad superficial en el presente.
Seguridad para el mañana....... Jehová irá delante de vosotros.
Esta es una bondadosa revelación de que Dios hará guardia donde nosotros hemos dejado de hacerlo. Dios vigilará para que no caigamos nuevamente en las mismas faltas, como indudablemete sucedería si Dios no fuera nuestra retaguardia. La mano de Dios se alarga hasta el pasado para liquidar todas las demandas que existen contra nuestra conciencia.
Seguridad para hoy........ Porque no saldréis apresurados.
Al recibir el nuevo año, no lo hagamos con ese apresuramiento impetuoso de la alegría olvidadiza, ni con la huida de una irreflexión impulsiva, sino con el poder paciente que surge cuando sabemos que el Dios de Israel irá delante de nosotros. El pasado nos muestra daños irreparables. Es cierto que hemos perdido oportunidades que nunca volverán, pero Dios puede transformar esta ansiedad destructiva en una constructiva reflexión para el futuro. Dejemos que el pasado duerma, pero que duerma en el pecho de Cristo.
Abandona el pasado irreversible en las manos de Dios, y avanza hacia el irresistible futuro con Dios.

22 diciembre 2005

Su nacimiento y nuestro nacimiento (Oswald Chambers)

Su nacimiento en la historiaEl Santo Ser que va a nacer será llamado Hijo de Dios (Lucas 1:35).

Jesucristo nació en este mundo, pero no procedía de él. No surgió de la historia; entró en ella desde afuera. Jesucristo no es el mejor ser humano del que se pueda jactar la humanidad. Él es un ser del cual la raza humana no puede dar explicación alguna. Él no es un hombre que se hizo Dios, sino el Dios encarnado, el Dios que se manifestó en carne humana, el que entró por la puerta humilde. El nacimiento de nuestro Señor fue un advenimiento, la aparición de Dios en forma humana.

Su nacimiento en mí. Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en vosotros, (Gálatas 4:19)

Así como nuestro Señor entro en la historia humana desde afuera, también debe entrar en mí desde afuera. ¿He permitido que mi vida sea una aldea de “Belén” para el Hijo de Dios? No puedo entrar en el ámbito del reino de Dios, a menos que haya nacido de arriba mediante un nacimiento totalmente diferente al físico….

Os es necesario nacer de nuevo (Juan 3:7)

Esto no es un mandamiento, sino un hecho que se fundamenta el la autoridad de Dios. La característica del nuevo nacimiento es que me rindo a Dios de una manera tan plena que Cristo se forma en mí. Tan pronto esto ocurre, su naturaleza empieza a actuar a través de mí.

Dios manifestado en carne. Esto es totalmente posible para ti y para mí por medio de la redención del hombre a través de Jesucristo.

08 diciembre 2005

Fotos de Bautismo 3 Diciembre 2005 (II)

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Fotos de Bautismo 3 Diciembre 2005 (1)

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